EL MINI-CEO

En ambos casos se produce un desequilibrio entre la caja de herramientas del candidato y la experiencia real para acceder a puestos de responsabilidad, porque las Escuelas de Negocio justifican la inversión en los cursos por su casi automática promoción a CEO del nuevo máster, y los high potential pasan a pertenecer a una casta dentro de la empresa de la que saldrán todos los top managers de la compañía (no por lógica sino porque normalmente se convierte en un requerimiento para aplicar).

Quizás con la criticidad del desempleo, este post no parezca una prioridad y quizás no lo sea. Sin embargo, sí es verdad que existen muy buenos profesionales que tienen trabajo, que se están formando y a los que mi punto de vista les puede hacer reflexionar sobre una situación que están viviendo y en la que quizás mi opinión, será la nota discordante de lo que están escuchando en su entorno.

Hay que tener un oficio que sea la plataforma sobre la que construir una carrera profesional y un oficio significa posiciones con una responsabilidad, grande o pequeña, pero real. A estos puestos yo suelo referirme como aquellos que “no se tienen que explicar”.

Cada uno debe diseñarse su carrera, aunque es bueno encontrar managers para los que trabajar que tengan preocupación por el desarrollo y ayuden en el diseño y también en la ejecución. Además, la carrera debe ser diseñada con su puntito de ambición pero con  visos de poderse convertir en realidad, por el potencial real del individuo. Aquí viene muy bien la experiencia de los buenos managers y ayudan muy poco tanto los “claims” del máster, como el “membership” en el club de los elegidos.

Aunque parece que hay dos caminos hacia los puestos de top management, en realidad hay solo uno que sea consistente, mientras que el otro está construido sobre cartón piedra y es cuestión de tiempo que sea barrido.

Si eres máster o high potential y has entrado en el juego de creerte que existe un shortcut para llegar al top, es posible que desde el primer momento por propia iniciativa o “ayudado” por alguien, te desmarques de las prosaicas posiciones que tienen una responsabilidad clara pero aburrida o limitada y te inicies por la senda del “program management” donde te indicarán un “fast track” y para empezar a actuar de inmediato como un mini-CEO. Si te encuentras en este grupo, te verás muy por encima de los “prosaicos” y mirarás con indignación a aquellos que ocupan las posiciones que tu añoras, pero que no tienen la formación que tú tienes. Hay gente de esa “vieja guardia” que son excelentes managers y los tienes que respetar recordando que la experiencia es un factor en tu ecuación que si vale cero, también  lleva a cero el resultado aunque el otro  factor, tu formación, sea  muy. Otros managers efectivamente serán muy malos, pero este es otro tema.

Es verdad que las posiciones de “program management” son un “fast track” pero a ninguna parte, porque la organización se acostumbra a verte en esas posiciones y tú cv se queda estancado en el mejor de los casos. Solamente te puede rescatar de esa situación algún promotor de los high potential que te apadrine e incluso te de una posición “de verdad”, pero ese rescate será momentáneo porque con todas seguridad, allí enseñaras tus vergüenzas salvo que des con la compañía “adecuada” donde los registros sean background vs experiencia, en cuyo caso te sentirás como pez en el agua (estas compañías han existido en el pasado). Aún así, yo nunca recomendaría esta vía, porque no es la razonable.

La vía razonable, el único camino lógico, es diseñar desde el principio con ambición controlada, qué es lo que quiero ser, aprender un oficio y desde el primer momento, intentar acceder a los puestos que paso a paso me vayan llevando desde ese oficio en la dirección elegida. Además, es muy importante que adquiera formación, no ilimitada porque no es necesario, para tener éxito en cada posición por la que paso y para dar visibilidad a mi compañía que tengo valencias libres y que estoy preparado para, cuando quieran contar conmigo, acceder a mayores responsabilidades.

Por otro lado, las rotaciones, en aquellas empresas en que se practican, también son importantes para el desarrollo y es la alternativa correcta a la actitud de mini-CEO. Por la rotación se consigue una visión cada vez más amplia que te facilitará llegar a ser director general o CEO, pero de una manera secuencial y tomando cada paso en su debido momento, no como el mini-CEO que intenta hacer del program management una posición multifuncional.

Por último, la otra alternativa para el mini-CEO es optar por una decisión mucho más coherente, que consiste en convertirse mediante el emprendimiento, en el CEO de una compañía pequeña: la suya. Esta opción que tiene todo el sentido del mundo si el candidato tiene vocación real de emprendedor, le proporcionaría la posibilidad de realizarse profesionalmente desde el primer momento. De este modo, si compagina sus conocimientos con la realidad de los primeros pasos de una compañía pequeña, a medio o largo plazo, conseguirá su sueño de ser un CEO.

Un oficio más una buena caja de herramientas como complemento, son los ingredientes de una exitosa carrera profesional, que se debe hacer paso a paso y siempre construyendo sobre logros tangibles ya que los atajos no funcionan y quien no lo tenga claro sufrirá grandes decepciones.

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